Más allá de la ironía del nombre, torrentspy (uno de los sites de torrents más grandes que hay) acaba de perder una batalla legal contra la MPAA y estarán forzados a guardar los registros de los usuarios que se conecten, que suban o descarguen archivos .torrent para luego entregarlos a la MPAA para que los puedan analizar y ver si alguien viola derechos de propiedad intelectual.
Y más allá de una discusión sobre piratería, esto es realmente peligroso para el ecosistema de internet; porque las políticas de privacidad dejarán de tener sentido si cualquier sitio o motor de búsqueda, se ve forzado por ley a seguir los pasos de sus usuarios, guardar esos datos y entregarselos a una entidad privada para que ellos decidan si se está cometiendo un delito o no.
Este tipo de fallos son lo que la MPAA, la RIAA, la SGAE, la CAPIF, Amprofon y otros están buscando; no porque frenen la piratería, ya que si un sitio de torrents nos trackea usamos otros y punto, porque quieren forzar a estos sitios a ir cerrando uno por uno.
Política sin sentido porque hay cientos de jurisdicciones con diferentes marcos legales y siempre vamos a poder ir saltando de un buscador de torrents a otro; pero mientras tanto se cargan nuestra privacidad, esa que nadie parece proteger.
Comencé hace poco a leer «the anarchist in the library», una de las cosas interesantes que comenta es que hay una batalla que se está llevando sin analizar el problema ético y sin evaluar qué es mejor a largo plazo.
De momento (llevo leído algo menos de la mitad) está muy interesante y avanza un poco por este problema.
¡Saludos!
Un sólo paso, de acá a “Big Brother”…