Frases del estilo “una alta fuente del gobierno me confirmo” han sido una muletilla constante en notas periodísticas desde hace muchos años. A veces usadas por los periodistas para darse importancia, esas frases daban a entender que existían pruebas documentables detrás de lo que se estaba reportando.
Si bien en Argentina en los últimos años la verificación de las fuentes (y de los datos) es una costumbre que parece caer en desuso, la validez de la información que se brinda depende -en muchos casos- de la veracidad y confiabilidad de as fuentes. Es la gente que informa a los periodistas lo que mantiene, entre otras cosas, a los medios como algo diferenciado de los blogs. Pocos bloggers dicen “mis fuentes me informan… “.
Todo ese universo de información en crudo sigue perteneciendo a un sub-mundo, al detrás de escena. Poco sabemos de quién provee qué información. Hasta cierto punto es la propia naturaleza de la fuente la que ha hecho que sea así, pero han sido los medios los que más energía han puesto en que solo llegue al público el contenido pre-masticado.
Irónicamente es una iniciativa impulsada -en parte- por el New York Times la que promete cambiar esto. La idea de la que poco se sabe (y que poco ruido viene haciendo por ahora) es Document Cloud.
Document Cloud, para decirlo lisa, simple y brutalmente, pretende ser un repositorio indexado y colaborativo de documentos originales. Lo interesante es que la gente que lo ha pensado planea desarrollarlo no solo como un servicio sino también como un set de estándares.
Si a todo esto le sumamos una alianza estratégica con “Open Calais” de Reuters la cosa se pone cada vez más interesante.
Por ahora está en fase de Closed Beta para unos pocos y selectos Medios.
Open Cloud promete revolucionar el “backend investigativo” del periodismo. ¿Podrá lograrlo?
[Antes de que acusen a Mariano por su baja en la calidad narrativa de Uberbin les comento que esto lo escribió Esteban Panzeri]