El gobierno francés quiere implementar una política de “tres strikes” para frenar el intercambio de archivos vía P2P; con este esquema básicamente los ISPs controlarían todo lo que hacés en Internet y, a la tercera vez que ellos digan que estás cometiendo actos de piratería te sacarían el acceso a Internet poniendote en una lista negra donde no podrías volver a tener una cuenta de conexión a Internet.
Es interesante ver que esta idea viola algunas premisas básicas y democráticas como son el derecho a la intimidad, a la defensa justa, a la presunción de inocencia y otros para, encima, darle ese derecho de vigilancia o gran hermano a entidades privadas y para el beneficio de otras entidades privadas en lo que, personalmente creo, es una respuesta desproporcionada e ilegal.
Ahora, más allá de lo que yo crea (que es irrelevante) la realidad indica que la Unión Europea por tercera vez rechaza esta idea y tiene argumentos similares a los que yo planteo (respuestas desproporcionadas, desligamiento de responsabilidades del estado, violacion de derechos) y ahora hace falta ver que argumentos usa Sarkozy para seguir adelante en algo que ya parece una guerra personal en vez de una guerra inteligente contra la piratería y los delitos informático que, nos guste o no es irrelevante, existen y necesitan control.