A la propuesta del NYT: “El Gobierno debería controlar el algoritmo de Google” finalmente le viene una respuesta oficial de Google a la altura de lo que uno esperaba Business problems need business solutions que incluye una frase que resume el modelo de negocios de los periódicos:
"Los grandes márgenes de beneficio disfrutados en el pasado por los periódicos se construyeron sobre una escasez artificial: elección limitada para los anunciantes como para sus lectores. Con Internet, esa escasez ha sido quitada y sustituida por la abundancia. Ninguna propuesta política será capaz de restaurar los ingresos de los periódicos a lo que eran antes de la aparición de noticias en línea. No es una cuestión de dólares análogos frente a centavos digitales, sino más bien una evaluación realista de cómo hacer dinero en un mundo de competidores abundante y elección del consumidor."
Y pese a que uno puede compartir o no este tipo de declaraciones (si no las compartís, seguramente trabajas en la industria de los medios y/o copyrights) la realidad es que la intromisión de la FTC en la regulación del periodismo en Internet es bastante parcial [lean el PDF para entenderlo] porque no ayuda a entender que, y parece que uno lo repitiera cada 15 minutos:
"con la aparición de cada nuevo medio de distribución de noticias, los periódicos dicen que van a ser asesinados (ya pasó con la radio, la tv e Internet) pero, increíblemente siguen siendo los pilares de los grandes grupos de noticias en todo el mundo"
Entonces pensar que la regulación de hasta los motores de búsqueda van a igualar cosas totalmente diferentes, una cosa es el negocio de la generación de noticias y distribución de las mismas y otra el ser un buscador de Internet, es cuando menos ridículo y hasta un ataque al libre mercado que los ayudó a crecer ¿o sinceramente alguien cree que Rupert Murdoch creció siendo un socialista de alma? ;)
El documento completo en Scribd:
Como siempre les recomiendo leer el blog de Jeff Jarvis y el post oficial de Google Policy Blog
De acá a unos años, esto se leerá igual que como lee uno hoy día cuando por ahí de hace cien años atrás los fabricantes de carruajes y látigos protestaban porque los automóviles les estaban “robando” el negocio.
Estamos en un período de muchos cambios y hay mucho de ello que no entendemos del todo; sin embargo sí se puede decir que a lo largo de la historia, oponerse a los grandes cambios y “paradigm shifts” que se han dado ha servido de absolutamente nada. Adaptarse es la clave.
No puedo evitar la analogía de los diarios impresos con los videoclubs. Negocios basados en la necesidad de consumir información, protegidos por leyes y normativas, a los cuales la Internet les quitó su raison d’être.
Y lo que están intentando hacer algunos holdings de medios es parecido a lo que intenta la RIAA: si el mercado no nos elige, hay que forzarlo a que lo haga.
En realidad, actualmente es casi imposible pensar en fundar un diario “a la antigua”, pues ante la abundancia de escritos que se puede leer en Internet (que no necesariamente son noticias) la gente encuentra pocos incentivos para pagar por una suscripción a un diario en papel o digital.
Sin embargo, el asunto tampoco es tan sencillo, porque aunque en Internet puede uno encontrar infinidad de noticias, opiniones y comentarios, los escritos basados en fuentes primarias son muchísimos menos y esto es algo que no suficiente gente le da la importancia que tiene. Muchos diarios y un número aún mayor de blogs sólo repiten o comentan las noticias dadas por alguna agencia o por algún otro periódico, revista o sitio web. Por ejemplo, ¿cuántos bloggers de habla hispana escriben reportajes fruto de su propia investigación de campo sobre la actualidad tecnológica, social, política, económica o deportiva de su propia ciudad? ¿Hay realmente hiperabundancia de noticias locales o sólo la hay de opiniones globales? ¿Dónde están las abundantes noticias en español sobre Afganistán, Iraq, Irán, Somalia y otros países que no sean fruto de la investigación de unos pocos medios tradicionales?
Lo que sí es claro es que en medio de la hiperabundancia de artículos basados en fuentes secundarias que uno puede encontrar tanto en los nuevos como en los tradicionales sitios de noticias, queda poco espacio para un gran número de periódicos de tamaño enorme, altos ingresos por publicidad e investigación de buena calidad. Quizá el futuro de los periódicos sea algo parecido a Hipertextual, es decir una red descentralizada donde periodistas de diferentes países o de diferentes regiones de un mismo país trabajen desde su propio hogar. ¿Qué falta para que este futuro llegue a darse? Pues principalmente que los “bloggers profesionales” dejen de negar lo evidente y que asuman su papel como los nuevos periodistas que son y decidan profundizar su formación como tales y aprovechar ampliamente tanto las herramientas digitales que ya conocen como la estructura descentralizada de sus empresas. Decir que no hay equivalencia entre las labores de unos y otros sería como si los pilotos de Ryanair dijeran que no son pilotos y que no necesitan mejorar su formación como tales sólo porque forman parte de una aerolínea poco convencional. Si el futuro del periodismo es digital, son los “bloggers profesionales” los llamados a ser los periodistas del futuro. ¿Están listos para el desafío o van a seguir simplemente siendo aficionados para toda la vida?
Mauricio: si bien estoy parcialmente de acuerdo con vos, me permito discrepar en un par de puntos:
Es lógico que los bloggers (incluso los profesionales) no realicen investigaciones tan profundas como las de los periódicos. En los diarios trabajan periodistas profesionales a los que les pagan por realizar sus investigaciones.
Los diarios son necesarios (mas allá de que en muchos blogs se pueda “repetir” una noticia contada con otras palabras y ciertas opiniones personales que le dan la posibilidad a uno de elegir a quien le gusta mas leer) y no van a morir de un día para el otro.
Los grandes periódicos del mundo son muy relevantes en Google ya principalmente porque son citados con una frecuencia increible, pero parece que eso no les alcanza. Por lo visto les gusta mas invertir su dinero en pleitos legales con los buscadores que en mejorar su infraestructura y presentar un modelo que sea rentable para ellos y útil para los lectores.
Presentar un sitio decente con publicidad y sistemas de suscripción que den un buen ingreso les costaría “/nada”/ (yo me imagino que con veinte mil dólares podrían hacer un portal con todas las letras alojado en servidores de primera).
El tema principal como se viene discutiendo es la ADAPTACIÓN: presentar un portal para acceder por internet así como aplicaciones para iPad y los smartphones mas vendidos como ser iPhone y los que usan Android como SO. La gente NO busca desprenderse del periódico, busca comodidad, busca poder leer rápido en cualquier parte y en cualquier momento y ahí es donde gana Internet. El gran mercado de los diarios está acostumbrado a pagar por el contenido de calidad y no creo que eso cambie a no ser que a alguno se le ocurra desplegar la misma información de manera gratuita.
Lo que sucede Nicolás es que los términos blog y blogger son demasiado generales, lo que hace que el término “blogger profesional” sea también excesivamente genérico. Un blog puede ser un diario personal, un poemario, un álbum de fotos, un libro de cuentos, una revista, una columna de opinión, un aula virtual, un punto de atención al cliente e incluso un periódico y, derivado de esto, es claro que los bloggers pueden tener una cantidad muy diversa de profesiones o inclinaciones profesionales. Sin embargo, en este momento me estoy refiriendo únicamente al blogger que asume un papel similar al de un periodista de información o de opinión y que, por coherencia consigo mismo y con el público, debería asumir ese papel con todas sus consecuencias. Sé perfectamente que a los periodistas les pagan por realizar sus investigaciones, pero al blogger o bloggers que forman parte de una empresa de blogs también les proporciona la publicidad (AdSense y otros sistemas) un ingreso económico creciente que les permitiría investigar con suficiente profundidad al menos sobre los temas locales.
Concuerdo en que definitivamente los periódicos son necesarios y que no van a morir, pero yo no he dicho que los diarios vayan a desaparecer sino que actualmente resulta muy difícil crear desde cero un diario enorme y que incluso para los grandes diarios existentes va a ser muy difícil que mantengan su estructura presente. Por eso pienso que una estructura descentralizada similar a la de una red de blogs podría ser la solución para la prensa debido a que de este modo rebajaría muchísimos costos y, además, este sería también el camino probablemente más adecuado para quienes quieran fundar un nuevo periódico. Es más, ya que las actuales redes de bitácoras ya han recorrido parte del camino, no debería resultarles demasiado difícil que sus miembros logren el suficiente nivel de formación académica en el campo de la comunicación para que se conviertan en verdaderos periodistas del futuro. Con esto no quiero decir que los periodistas de toda la vida que llevan consigo todo un conjunto de conocimientos sobre comunicación absolutamente imprescindible vayan a desaparecer, pero es evidente que si desconocen la cultura digital actual difícilmente van a lograr que sus empresas periodísticas presentes o futuras sobrevivan.
Por otro lado, habrá quien diga que no hay que confundir bloggers con periodistas. Ciertamente que el poeta que ha transformado su bitácora en un poemario o el pintor que muestra sus pinturas a través de su blog poco o nada tienen que ver con el mundo del periodismo. Pero el blogger que escribe artículos noticiosos o de opinión y que además ha creado una estructura empresarial en torno a ello ya está claramente dentro del mundo de la comunicación y debería asumirlo de esta manera, pues muy fácil es criticar pero muy difícil es hacer periodismo de calidad. Un artículo como el ya antiguo Shutting Themselves In sobre los hikikomori, no debería estar fuera de las posibilidades de un miembro de una red de blogs quien, por ejemplo, podrían investigar si ocurre lo mismo en Ciudad de México, Bogotá o Buenos Aires y hacer un reportaje al respecto. Ahora bien, si lo que los blogs de opinión incentivan no son los análisis profundos sino todo lo contrario entonces muy probablemente no sean parte de la solución sino del problema.