Los Angeles cancela el programa de iPad y Pearson en escuelas

El programa de la ciudad de Los Ángeles para dar un iPad por alumno en escuelas públicas con una currícula de matemática e inglés para “dar las mismas oportunidades a los alumnos de bajos ingresos” acaba de ser cancelado y amenazan con un juicio a Apple y a Pearson para recuperar los casi $1300 millones de costo del programa… acá el problema no es tecnológico sino más profundo y es la idea que la tecnología por si misma puede resolver temas sociales como la educación sin pensar en todos los actores involucrados.

Repartir iPads, con una currícula única, que no tuvo el testing correspondiente y esperar que eso solucione las diferencias “de acceso a la educación” entre escuelas públicas y escuelas privadas que están probando el blended-learning es poco menos que tirar la plata a la basura y con mirar las dos piezas clave se puede explicar fácil:

Alumnos: no son todos iguales. no tienen todos la misma velocidad de aprendizaje y esa diferencia de velocidad genera frustraciones que, con un iPad en la mano, se convierte en un elemento de distracción o directamente de odio a la tecnología.
Profesores: siguen siendo la pieza clave en la motivación y formación del alumno. Si la tecnología amplifica nuestras capacidades de educar, también pueden amplificar la capacidad de desmotivar y esto es lo que implica profesores poco capacitados o motivados para integrar nuevas tecnologías (la encuesta de TES donde solo un 22% de los que USAN sus productos creen que suman valor a los alumnos es la mejor prueba)

El caso de “Pearson-Apple-Los Angeles” sinceramente me importa poco en si mismo, pero me preocupa como tendencia en edtech… porque la falta de entendimiento muestra porque los actores tradicionales no pueden brindar soluciones innovadoras en un campo donde está todo por hacer pero donde a los emprendedores no se les brinda oportunidades desde el estado que es, en general, el actor principal en cuanto a recursos capaces de generar transformaciones sociales.

¿Que implica esto? que pedir una solución tecnológica masiva para miles de alumnos sin entender de donde vienen los problemas de la educación no tiene sentido y evita que lo mejor de la tecnología pueda ser usado en educación; esto es: ser ubícua, ser personalizable y ser un “level playing field” para que exista igualdad de acceso pero no una igualdad entendida como “iPads para todos!”