El New York Times escribe con mucha inteligencia sobre el file-sharing y, con algo de suerte, ayude a entender algo simple:
“Bajar música de internet no es ilegal. Mucha música no sólo está disponible online sino que es gratuita, legal y vale la pena escuchar”
Tal vez simplificando el porque de las recientes decisiones judiciales en contra de la RIAA y los estudios de películas; no se puede prohibir una tecnología por el simple hecho que los dueño de los derechos de distribución no saben como usarlas en su provecho.
No sólo sería estúpido y atentaría contra la innovación sino que casi todos los sites que el articulo menciona no podrían existir pese a tener contenidos gratuitos y (en algunos casos) para muchos ciudadanos.
Y mirando todos los sites donde uno puede conseguir música fuera del circuito “dominado” por la RIAA, ¿no es tal vez esto (la estrategia de prohibir todo el p2p) una manera de sacarle a los músicos independientes la ventana al éxito que no tienen en esos sellos discográficos?
Digo, los juicios no son por “descargar música” sino por “distribución ilegal” que rompe los derechos de las discográficas.