La idea de una internet con contenidos de acceso gratuito y sostenido por publicidad donde los mejores contenidos sean recompensados por links y citas para que se destaquen del resto y logren más tráfico parece ser el debate de moda en los medios de comunicación; la lógica del debate es bastante simple: estructuras arcaicas con cientos de empleados que esperan ser más rápidos, efectivos y hasta económicamente eficientes que estructuras de trabajo nacidas bajo Internet que entienden la red y la explotan al máximo
¿Pueden lograrlo? No, entonces quieren cobrar por el acceso a sus contenidos, por linkear a sus contenidos y prohibir que los buscadores indexen sus contenidos para que nadie toque su producción original en una postura más similar a la de un Gollum cuidando su Precious! que una postura económicamente coherente.