Luego del fallo en el caso Grokster, llegó la hora del arreglo privado entre las partes y más que un arreglo parece una sentencia en contra.
Grokster deja de distribuir el soft y corta el soporte técnico, se compromete a pagar u$s50 millones por daños y se reconvierte en un nuevo servicio legal (Grokster3g).
Lo interesante es que la RIAA reconoce que el pago "no va a ser posible porque la empresa no tiene los recursos para pagarnos" y el servicio legal es simplemente ridículo si vemos como terminó Napster el "pionero de la reconversión". En realidad lo que la RIAA busca empezar a sentar jurisprudencia para seguir su batalla legal.
Confinando al usuario
En esa misma causa la gente de Streamcast Network, dueña de Morpheus, planea seguir adelante y NO arreglar con la RIAA; pero es uno de los pocos casos donde hay bolsillos lo suficientemente fuertes como para una batalla legal. La idea es ir confinando al usuario en un mercado donde no nazcan servicios P2P por todos lados como hasta uno o dos años.
Bajando poco a poco las opciones de un usuario en redes P2P y moviendo recursos a tiendas online como la Apple; esperan que la piratería llegue a un "limite aceptable" y de hecho me pregunto si no tienen razón ¿cuantos nuevos programas o redes nacieron últimamente? ¿Es por esta estrategia o porque cosas como los torrents son suficientes para el "que baja música"?
Esta falta de "opciones" sumado a la "estrategia del miedo" con las demandas a usuarios hacen que surjan estupideces como denuncias de gente que encuentra a otros usando su hotspot abierto para "bajar cosas ilegales" y que terminen en la carcel.
La RIAA cree que esa es LA combinación, miedo y confinamiento, para evitar la "piratería casual" esa de lo usuarios que antes pagaban 25usd por un CD y vivian felices y contentos.