Hoy Sidecar decidió cerrar sus puertas, apenas 3 meses después de levantar una ronda de u$s 15 millones, y su fundador describe el cierre como una victoria… amarga.
Para los que no lo conocen, Sidecar dice que tuvo que cerrar por “desventajas de capital” porque Lyft levantó u$s 1bn y Uber u$s 12bn… Pero que ellos inventaron el concepto de ridesharing y lanzan los productos que otros copian.
Cuando leo estas notas (y, en serio, no pongo en duda que hayan sido innovadores o no) me pregunto si los emprendedores no están llevando el concepto de “aprender de fracaso” un poco más allá de lo que se debe.
La empresa, Sidecar, cerró porque su producto perdió y todos sus competidores los sobre pasaron, el resto es una ilusión óptica que encima quemó u$s 15 millones de inversores en menos de tres meses y eso no es un “bittersweet victory”