En realidad este post podría resumirse en “el NFC va a seguir siendo una experiencia asquerosa si en cada transacción tengo que presentar mi ID” y no mucho mas.
Es tan frustrante tener smartphones con capacidades de compra o de identificación NFC (y pequeñas bóvedas virtuales donde almacenar mis datos de identificación) que si en cada compra con Apple Pay o en cada ingreso a un evento tengo que, no solo sacar mi teléfono y acercarlo a un lector (esperando que la lectura sea correcta y no lastimen el “mágico y maravilloso acabado” del teléfono) sino que además tengo que buscar mi billetera y sacar una tarjeta de identidad… Las ventajas sobre las tarjetas de crédito son inexistentes.