Lala.com es uno de esos sites que, a veces pienso, solo pueden triunfar en un mercado como USA. La lógica es simple, armar una comunidad de propietarios de CDs, unirlos para que puedan intercambiarlos entre ellos (te doy uno que querés y me mandas uno que quiero yo) y se quedan u$s1,50 por cada "transaccción".
Cuando uno mira el negocio de ellos es muy bueno, hacen data-mining de los CDs que tenés, que cambiás, que te quedás, de tus playlists en iTunes y en base a eso te recomiendan otros CDs para intercambiar... su futuro está en la venta de canciones online y de la venta de CDs que logren hacer en base a esta comunidad y sus gustos.
A mejor capacidad de recomendación, mejores ventas. ¿El problema? Según la RIAA es ilegal intercambiar CDs, aún cuando tengan que hacerte entender que lo que compras, en realidad, no es tuyo.
La clave está en una frase que dijo el jefe ejecutivo de la RIAA hace un tiempo:
"aquellos compradores que hacen copias de CDs y se los dan a sus amigos, o los cambian, se están convirtiendo en un peligro más grande que el P2P"
¿Para cubrirse de esto inventaron el Cánon, no? Pero dejando de lado eso; hay un par de puntos que no se están teniendo en cuenta:
1- Las redes de piratería organizada, en mi viaje a españa descubrí lo que el Top Manta es :P, no aparecen en ningún discurso de la RIAA y son, al menos desde mi punto de vista, mucho peores que una red o un tipo regalando CDs a sus amigos de tanto en tanto.
2- El negocio de LaLa.com no trabaja sobre copias, de hecho para cumplir las "normas de las discográficas" les piden a los miembros que, si reciben CDs no-originales, lo denuncien para echarlos de la comunidad.
Pero como ellos en ningún momento tocan fisicamente los CDs sino que proveen las direcciones, sobres y estampillas; no pueden asegurar que no haya piratería.
El secreto del éxito
En realidad el secreto del éxito parece estar en el bajo precio que se cobra por intercambiar los CDs y que, al ser una comunidad con reglas, pertenencia y feedback (oh, la famosa reputación online) no hay CDs rotos, falsos, ni equívocos.. hacen que sea más simple esto que copiarse CDs, esperar horas que bajen de Internet o simplemente comprar en iTunes.
Cuando el costo es inferior a las alternativas y a las molestias que puede generarte "descargar música" el negocio florece; pero, pese a que esto es obvio para todos, la RIAA insiste en modelos obsoletos de comercialización... increíble.
En LA Times escribieron la nota que me llevó a esto