Mientras la CAPIF, SGAE y RIAA persiguen a quien baja musica por internet, aún cuando no se tengan certezas sobre el estatus legal del P2P, leo en Clarin una nota de piratas en serio:
los delincuentes llegaron a crear una auténtica NEC paralela: una red de cincuenta fábricas en China, Hong Kong y Taiwán que copiaba productos de NEC, fabricaban sus propios artículos y todo tipo de electrodomésticos y productos de consumo, y disponía de sus propios canales de distribución y departamentos de ventas e investigación. Por si no bastara, también contaba con una red de ejecutivos cuyas tarjetas de visita los presentaban como empleados de NEC.
Si esto pasa en electrónica, ¿no deben haber cosas más peligrosas para su negocio que una conexión a Internet?