En un almuerzo hoy con @briascoi surgió el tema del hack a Sony, primero tirando abajo la Playstation Network por casi un mes y poniendo en peligro los datos de 100 millones de usuarios, y luego los episodios de So-Net robando datos de clientes, el phishing en un dominio oficial de Sony Thailandia, el DDoS a Grecia, Indonesia y Canadá... en definitiva, Sony está afrontando una intrusión o hack diferente por semana a sus redes desde hace casi ya dos meses.
Y pese a que su respuesta haya sido poco menos que del manual de buenas prácticas comunicaciones (aceptar el problema, cerrar el acceso total, comunicarse con los potenciales afectados, etc.) esto tiene dos problemas más allá del típico de los usuarios enojados y que son más graves aún:
a) Howard Stringer y el mundo interconectado; en parte de su estrategia desde hace unos cuantos años Sony es uno de los contendientes por ser el "Digital-hub" de cada hogar y para eso la Playstation y los servicios online son un componente clave... para ponerlo simple: Si Sony no logra conectar sus TVs, reproductores de Blu-ray, sus Playstation 3, sus cámaras digitales y hasta impresoras a sus servicios de internet, el hardware se convierte en un commodity
b) La confianza se extiende más allá del mundo online. Cuando PSN no pudo ser "recuperada" en poco tiempo, las cadenas como Game Depot que tienen programas de intercambio de hardware y software, además de tomar consolas como parte de pago, vieron que la gente empezó a cambiar de plataforma pasandose a XBox 360 e incluso devolviendo sus juegos... ¿quienes no podían? Los que la chipearon y esos son hardcore gamers que no van a pagar ni por juegos ni por suscripciones, o sea, un mercado que no le interesa a nadie.
Encima su acción cayó un 10% desde que se descubrió el primer hack a PSN que, en realidad no era el primero en su historia porque en 2008 la red fue "asaltada" y ni Howard Stringer había sido puesto al tanto. A ver, no quiero cargar las tintas contra Sony porque es virtualmente imposible resistir un ataque focalizado, organizado y con un enemigo común... pero también la realidad es que hay una responsabilidad gigantesca en una empresa de u$s30.000 millones de market cap si esta no puede defenderse de ataques informáticos.