Mientras en el mundo Uber se anima a pelear con sindicatos de taxistas y alcaldes enojados, parece que su primer revés legal es en USA entre conductores que quieren ser recategorizados como empleados de Uber y no como contratistas usando como precedente el caso de las strippers de un club de Massachusetts y la misma abogada que las representó.
“They’re passing themselves off as doing great things for the world, when really they’re creating these jobs that don’t even have the basic protections that have been put in place over decades to make sure workers get some minimum standards.”
Algo que me sorprende es que el dueño del King Arthur’s Lounge decía que su negocio era vender cerveza y que era una “plataforma” para que las bailarinas puedan conseguir clientes, al mismo tiempo que las comparaba con una herramienta de fidelidad… como las TV en un bar deportivo ¿?
Más allá de los chistes, del machismo de esa época y todo lo que pueda surgir de esto; la realidad es que Uber tuvo que cambiar su estrategia legal luego de perder el primer paso del proceso judicial y ahora centrarse en que es imposible que se haga una demanda masiva para que considere empleados a sus conductores porque
“somos una plataforma que vende software para que ellos vendan viajes y hay tanta diversidad de casos que no puede ser una demanda colectiva”
Me pregunto seriamente si se puede juzgar a una empresa con un modelo de negocio disruptivo (sea AirBnB, Uber, Instacart o Postmates) con leyes creadas para otro momento “corporativo” (epocas de hoteles, taxis, mensajeros o Fedex) sin que esto implique están por arriba de la ley porque un “contratista” de Uber puede ser tambien parte de Postmates y etc. y porque puede ser su tercer ingreso o solo usarlo cuando tiene ganas con lo que el contrato social al que uno está acostumbrado es diferente desde todo punto de vista.
¿Que una empresa gana plata gracias al trabajo de una plantilla? claro… pero ¿son una plantilla tradicional? Sinceramente no lo creo, y lo extiendo a toda la economía “on-demand” y a la “sharing-economy” que encima son diferentes conceptualmente.
Es interesante, repito, algún uso de argumentos y que el choque legal entre modelos nuevos y una arquitectura legal para modelos viejos iba a llegar en algún momento.
8 respuestas en “De strippers y Uber”
Yo soy de los desaforados que quiere pegar a Uber a las reglas preexistentes, y que el lobby que hacen para no ser declarados taxis lo inviertan en cambiar las normas de taxis, que dan asco en todo el mundo.
Y así como -en bajada y con viento a favor- sería posible hacerme entender que hay matices, creo que no se debe perder de vista que Uber le debe su éxito a un país con una legislación laboral que deja a los trabajadores más desprotegidos que la de Bangladesh.
– Creo que todos los trabajadores deben contar con ciertos beneficios a cargo de las empresas que perciben ganancias por ese trabajo, que incluso operen como incentivo para querer formar parte de la PEA vs los parados “voluntarios” de España.
– Creo que todas las empresas deben pagar por todos sus trabajadores, y esto es más una cuestión de proporcionalidad, porque no quiero que haya más Ubers y Postmates que hospitales.
– Pero lo anterior no debe dar lugar a beneficios duplicados: quien ya tiene cobertura de salud, si se mete a manejar un Uber en sus ratos libres, no va a tener un segundo seguro, sino que ese dinero debería ir a un fondo de protección de desempleo.
Claro que esa utopía funciona mejor cuando los hospitales públicos no son escenarios de terror, la recaudación impositiva es progresiva y el ciudadano promedio no está OBLIGADO a tener 3 trabajos para lograr comer todos los días con zapatos puestos.
Pero lo hagamos más light, que mover la legislación laboral mundial me podría costar un poco: si Uber, Postmates, TaskRabbit, etc. son la única fuente de ingresos de una persona, deberían darle beneficios laborales como cualquier otro empleador. Si realmente ellos operan como un ingreso extra para ratos libres, compartiendo capital preexistente (auto, bici, etc), es otro cantar.
@andres
genial punto pero… ¿como controlas el doble “beneficio”? ¿como controlas a los que quieren hacerlo “en negro”? ¿como controlas un mercado que antes no existía y ahora permite la multilaborabilidad o el “trabajar cuando quiero”?
Me parece interesante en serio el debate
Una empresa de 40KMM tendría que ser “agente de retención e información” para descargar al trabajador de tareas administrativas.
Si vas a tener beneficios versus “the nada”, también hay incentivo para no estar en negro.
Si vas a trabajar cuando se te da la gana, es probable que tengas el ingreso principal resuelto de otra manera, con lo que simplemente la empresa reportaría tu ingreso adicional mediante una retención de ISR presunto que podrías descargar en tu declaración anual.
El mando medio de Unilever que además vende pulseritas en Etsy declara impuestos como un campeón, ¿de qué Olimpo bajaron estos que no se los puede tocar ni con el pétalo de una factura?
El mismo criterio se podría aplicar a una plataforma como Workana donde freelancers ofrecen servicios para vender y hay gente que compra esos servicios.
A un chofer de Uber lo veo como freelancer.
Si queres ser empleado no te compres un auto, no uses uber y ve a golpearle la puerta a un patrón con auto y licencia de taxi o remise.
Lo de Uber, Lyft y demás es un tema difícil, porque es una propiedad emergente de algo complejo, que no responde a la legislación y lobbies del pasado.
Estas cuestiones plantean un sinfín de debates, porque ponen en juicio todo lo previo:
1) pueden/deben existir los freelancers con “free” tanto en obligaciones como en derechos?
2) debe la sociedad participar de los costos y beneficios que traen los freelancers al mercado?
3) debe el gobierno regular mucho/bastante/poco/nada la actividad de los que, por elección o destino, no poseen un empleo tradicional?
4) son los nuevos lobbies mejores que los viejos?
5) alguien que hoy está desempleado, mañana por la tarde puede manejar un Prius que Uber le gestiona en leasing. Esto es bueno o malo para la sociedad?
6) Uber es uno de los máximos impulsores indirectos de los autos híbridos y eléctricos. Qué valor tiene esto?
El conductor de taxi promedio no gana más que lo que gana uno de Uber, además de una serie de cosas negativas que pesan mucho contra los supuestos beneficios que tienen. Cualquiera que tome un taxi y un Uber puede atestiguar las notables diferencias. En lo personal, no quiero más personas empleadas por taxis clásicos en este mundo; los quiero más libres, con más opciones, construyendo algo para sí mismos. Mientras una licencia de taxi cueste tanto como un departamento, el negocio es de unos pocos. Uber rompe con eso y, para bien o para mal, obliga a que las reglas del juego se revisen.
Varios “contratistas independientes” que proveen Uber también proveen Lyft y tienen otros trabajos part time. Si pagan sus impuestos, y Uber también paga los propios, ¿no es una mejor solución al Monte Olimpo de burocracia y papelería que significaría que estas personas sean empleados tradicionales (a tiempo parcial) de varios empleadores diferentes?
Los estados paternalistas no me gustan, pero los ultraliberales tampoco, porque dejan el mundo en manos de unos pocos. A la vez, Uber me gusta y lo uso mucho. No quisiera que monopolicen el mercado, ni que un exceso de socialismo los obligue a elegir entre transformarse en taxis regulares o desaparecer.
Uber le hace bien a la sociedad por todo lo que sacude y por las tensiones que genera; algo así como una tesis, una antítesis y una futura –y potencialmente positiva– síntesis del mundo laboral moderno.
Me hago una pregunta, hasta donde parte de la ganancia de Uber no puede destinarse a seguro de desempleo, prestaciones médicas, etc, con pagos proporcionales?
Uber y todas las comunidades que se basan en freelancers han sacudido los modelos clásicos de negocios. Creo que es el momento de que también se revean los modelos de apoyo y contención social para los trabajadores.
Si hoy una persona puede tener un empleo en relación de dependencia y ser un freelancer en su tiempo libre, las empresas que se benefician de esas actividades deben/deberían aportar lo que les corresponde proporcionalmente a un fondo común para la persona, y que la persona elija a qué prepaga médica le envía el dinero, lo mismo para la jubilación, y hasta una provisión de desempleo para asegurarle una indemnización en caso de despido.
Por supuesto que para que esto ocurra, hay que empezar a reformar las leyes laborales y hasta crear y/o adaptar estructuras actuales del estado.
Para mi las discusiones y tensiones que genera este modelo de negocios puede ser una buena oportunidad para mejorar la estructura de las políticas sociales de los estados para con los trabajadores.
Es fácil, si vos no decidis cuanto cobrar por tu trabajo/servicio, entonces no sos “contratista”, sos empleado (de uber).
Por eso no vale compararlo con mercado libre u otras plataformas.
@n3ri
muy buen punto!