Uber es una empresa a la que todos alaban por “romper la mafia de los taxis” y también conocida por cambiar reglas de juego de acuerdo a su conveniencia; le prohibió a sus empleados vender sus acciones en el mercado secundario, que luego saboteó a Lyft en sus rondas de inversión y que contrató al COO de esa empresa para que se robe los planes estratégicos de la competencia ¿en serio nos sorprende que amenace con contratar investigadores para atacar la vida privada de los periodistas que los critican?
Porque seamos honestos, no es que “dejaron saber que deberían investigar los trapos sucios de los periodistas que nos critican” sino que dejaron saber que podrían gastar un millón en eso, que podrían investigarlo y filtrarlo para que no se sepa que fueron ellos y en una discusión por mail, usaron el historial de viajes de una periodista (Johana Bhuiyan) para mostrar sus argumentos… sin que el periodista lo autorice o sea que ya lo están haciendo.
Piensen por un momento la escalada de amenazas y acciones de esta empresa (empleados con acciones “secuestradas”, choferes con préstamos “subprime”, competencia a la que le roban documentos y clientes a los que les miran los datos de uso) y repito: ¿en serio nos sorprende que Uber dé un paso más y amenace a los periodistas? Si ese es su estándar por más que digan que “es una táctica“.
Actualización: Como dije antes, el momento en el que miraron el perfil de viajes de un periodista y lo usaron en mails sin su autorización, violaron su privacidad y eso es una historia mucho peor que la de la amenaza; por eso están auditando a su GM
4 respuestas en “Uber, amenazas y juego sucio como estándar”
En Holanda les están dando caña de la buena. En Amsterdam, la policía judicial pide viajes y cuando acuden a recoger el pasajero les pone multas de más de cuatro mil euros a los conductores y a la compañía por ser ilegales. Lo cierto es que si miras el precio de un viaje con ellos desde el aeropuerto a Utrecht y con cualquiera de las compañías de taxi, puedo viajar por la mitad de precio con las otras, en un Mercedes y sin tener que esconderme en el aeropuerto e ir a algún lugar raro para buscar el vehículo. Lo único que no tienen los otros es una App para el teléfono chula, pero con rellenar un formulario en una cutre-página web o hacer una llamada, arrojo más de cuarenta euros.
@sulaco
yo uso UBER en Miami o en NYC… y es un poco más barato; perocomo decís vos; estoy en el asiento de adelante, en algo que no se que auto es y que encima tiene esta táctica de miedo. No termino de entender que los vean como liberadores de los usuarios.
Diste un dato fundamental: ir en el asiento de adelante. Siendo que maneja alguien que no conocés, y que no te consta qué clase de seguros tiene, no viajar en los asientos traseros es un acto de coraje.
Al menos en NYC, Uber no tiene demasiado sentido.
¿Tienes que ir en el asiento delantero? Si pago por transporte, quiero todo el sillón de atrás para mi, a menos que vaya con la manada de colegas y ya estemos pasados de vuelta, en cuyo caso igual hasta me convencen para sentarme adelante, pero no siendo ni el más alto ni el más gordo, eso no ha sucedido en la vida.
Otra cosa que distingue a Holanda es que TODOS los vehículos en los que hay un transporte con conductor PAGADO, tienen que tener una matrícula especial, de color azul. Tanto las limusinas, los taxis y por supuesto los coches de UBER. Si te pillan sin esa matrícula que garantiza que tu coche se usa como negocio para el transporte de personas, se te cae la peluca. La primera multa fue de 4200 euros a los conductores de UBER y noche en comisaría, la segunda sube a los 10000 euros y de ahí hacia el cielo. Hicieron lo mismo con los bares que permitían fumar en su interior cuando la ley lo prohibió y después de dos multas, o cerraban el bar o cumplían la ley. Yo suelo ir a comer costillas a uno al que le pusieron tres multas hasta que aprendieron y como todo buen ciudadano, usé la página del gobierno para denunciar a los infractores, ya que si a mi me tienen atado bien corto y tengo que pagar el 52% de mi sueldo bruto en impuestos, a un canalla que pretende burlarse de la ley no le paso ni una.