Maravillosa nota de @Joi sobre Shenzhen: the world’s manufacturing ecosystem con algunas perlitas que van más allá de la anécdota pura, el movimiento hacia cierta “propiedad intelectual”, el hacking constante y reuso de toda y cada una de las potenciales herramientas que en otros mercado uno antes no miraba por costos y ahora no mira por falta de conocimiento… por perder el tren de la evolución.
“Mientras que la propiedad intelectual parece ser ignorada en su mayoría, Tradecraft y secretos comerciales parecen ser compartidos de forma selectiva en una compleja red de familiares, amigos y colegas de confianza. Esto se asemeja mucho al código abierto, pero no lo es. El pivote de la piratería a replantear los derechos de propiedad intelectual no es una cosa nueva. Los Estados Unidos robaron descaradamente los derechos de autor del libro hasta que desarrollaron su propia editorial muy temprano en la historia de Estados Unidos. Los japoneses copiaron compañías automotrices estadounidenses hasta que se encontró en una posición de liderazgo. Se siente como Shenzhen es también en este punto crítico cuando un país / ecosistema pasa de seguidor del líder.”
Y es interesante porque uno puede ver similitudes con el caso de la India también donde se desarrolló un ecosistema de desarrollo de software que ahora “exporta” conocimiento y profesionales a todo el mundo (si, saquemos el esterotipo de Rajesh Koothrappali del medio) que lideran muchas áreas… largo plazo que lo llaman que lleva a una inversión del orden que uno intuye siempre:
“La fábrica que visitamos tenía un taller de mecánica de precisión y la experiencia en ingeniería para diseñar y máquina de nuestras herramientas de moldeo por inyección, pero nuestro volumen de producción inicial fue demasiado bajo para que puedan estar interesados” … “el jefe de la fábrica sugirió que podríamos construir las herramientas de moldeo de precisión en China y luego enviar estas herramientas para una tienda de Estados Unidos para el funcionamiento de la producción” … “Este cambio de roles es un indicador de cómo la tecnología, el comercio, y el know-how para el moldeo por inyección se ha desplazado a Shenzhen. Incluso si Estados Unidos tiene la capacidad de fabricación, actualmente existen partes clave del ecosistema del conocimiento que están SÓLO en Shenzhen.”
Y guste o no, desarrollar teléfonos de u$s9 (si, 9 dólares de fabricación y 12 dólares al público) solo se puede dar cuando hay innovación en manufactura de componentes y un ecosistema capaz de manejar desde el desarrollo hasta la fabricación del mismo… fuera de la mirada de los gigantes que no tienen esta agilidad por no necesitarla.
Definitivamente, luego de leer el post de Joi, necesito conocer Shenzhen y entender como evolucionan otros ecosistemas.