Cuando uno habla de rediseños de medios de comunicación en general está hablando de dos tipos de estrategia, o el salto cuántico que implica cambiar hasta el paradigma de publicación (ej: importancia editorial vs. ordenamiento cronológico) o pequeños cambios que se van notando con el paso del tiempo y donde lo que se busca es no espantar al lector recurrente.
Ahora estas dos cosas se dan cuando el rediseño es parte de un plan más amplio donde se busca mejorar algo en particular, donde hay un objetivo concreto y específico que te permite decir "quiero ir hacia este lado" y te permite focalizarte con la fuerza de un láser para lograr ese objetivo.
Cuando, en cambio, un rediseño o restyling (que son las pequeñas modificaciones) agrega funciones sin ton ni son y se vuelve costumbre cambiar de lugar cosas básicas como los ránkings de notas o los cuadros con las noticias que uno quiere destacar (si, tambien los medios viven del SEO) el usuario se termina cansando.... un rediseño no puede estar forzado por el cortoplacismo, por más que la política interna te esté destruyendo, porque la consecuencia es muy simple; tus posiciones publicitarias se concentran en un solo lugar perdiendo valor relativo, la audiencia puede mantenerse pero no va a crecer porque no vas a lograr nuevos visitantes y, como consecuencia, van a cambiar al responsable para que entre uno nuevo en pantalla y diga "esto esta todo mal, cambiemoslo... de nuevo"
Y eso es un circulo vicioso originado en un diseño hecho sin ton ni son.