¿El periodismo se está convirtiendo en un concurso de popularidad? Es la pregunta retórica que deja ver Howard Kurtz del Washington Post en un artículo que indaga sobre la valoración del hit en el periodismo on-line. Días atrás el NYT también daba nota sobre el mismo fenómeno, que ya no tiene nada de fenomenal.
Ahora bien, ¿no está lo popular matando a lo relevante? Si la misma audiencia que busca a los medios para poder saber qué es lo relevante define qué es relevante ¿no es un círculo infinito? ¿Quién genera el input de noticias en esa autopoiesis?
Hagamos una analogía. En la radio hay una división entre los que emiten las noticias (locutores) y quienes la producen (productores periodísticos) Las escuelas de periodismo enseñan a expresarse en radio: evitar seseos, obviar silencios, controlar el tempo, guionar el contenido, etc. Siguiendo esta analogía, no está mal que uno conozca el medio en el que está publicando. Titular para Google no es simplemente titular para conseguir hits. Es también titular para filtrarlos, para dar información contextual de cómo nos gustaría ser leídos, para quién escribimos… Los titulares sensacionalistas existieron siempre; hasta el más zopenco de los lectores conoce la diferencia entre The Sun y The Guardian. The Sun vendió siempre más; The Guardian siempre vendió mejor.
Antes el “arte” era lograr titular de manera llamativa para el que pasaba caminando por el kiosko, ahora los es saber titular de forma legible para un robot que te posiciona alto en búsquedas populares ¿son periodistas o dataminers? Tal vez pase que los periodistas aprendan, a ritmo de tortuga, a titular con expresiones regulares; pero para entonces la calidad semántica de los robots será infinitamente superior. Correr esa carrera es perder el foco.
Días atrás, durante una conferencia en Francia, @jayrosen_nyu dejó parva de conceptos interesantes de los cuales podrían destacarse tres en relación a este tópico:
1- Escuchar a la demanda y darle a los usuarios lo que no tienen modo de demandar. En otras palabras, no debemos darle al usuario lo que quiere, tampoco lo que uno piensa que quiere, sino una combinación de ambos.
2- La gente en sí forma parte del proceso de distribución.
3- Un periodista debe describir el mundo de modo que ayude a la gente a participar en él. Por ejemplo, los analistas deben hurgar en toneladas de tablas y listas numéricas y hacer esa información digerible y fácil de entender así puede ser utilizada de modo eficiente.
Del mismo modo que muchos followers no determinan la relevancia de una cuenta de twitter, mucho tráfico no determina la relevancia de una institución periodística. La relevancia, tal vez, debería medirse en la perdurabilidad. En cuanto resiste una pieza a la maravillosamente anárquica distribución que propone Internet. Si un artículo si es capaz navegar en el flujo, permitir mush-ups, reproducirse, crecer, mutar… pero que, al mismo tiempo, sea inconfundible… Imaginen un informe tipo in.fondo.al.mar, por citar un ejemplo, por semana. Para la inmediatez existen plataformas tipo Techmeme river –menos recursos, más entretenido, más barato y bien “FM Hit”.
Ergo, el asunto de titular para Google es secundario. Volviendo a la analogía: ¡estamos hablando de micrófonos y locutores! Mientras nos olvidamos de los productores periodísticos. Por eso, cuando sale un informe de Wikileaks tiembla el mundo. ¿Estaba bien titulado para Google? Si todo aquello del minuto a minuto fuera cierto ¿por qué el New York Times sigue liderando y porque la BBC sigue innovando y The Guardian o Der Spiegel son los que “curan y filtran” los contenidos de Wikileaks? Porque el contenido vale y sigue siendo el rey en la economía de la atención, dónde no es lo mismo llamar la atención que captarla.
Cómo declaró Adam Pennenberg en Techcrunch hace poco: la única pregunta válida es ¿sos un buen periodista o un mal periodista?
Este es otro de los posts híbridos generados en un intercambio de emails con Nacho Román y que deberíamos ya hacer como serie sobre medios online ;)
Tip: El Efecto Teta es uno de mis posts “perdurables” casualmente ;)
4 respuestas en “Periodismo y Efecto Teta”
¡Muy buena reflexión! Una función básica de cualquier medio de comunicación es jerarquizar y clasificar la información o, en otras palabras, separar el lanzamiento de una telenovela de un proyecto de ley en la Cámara de Diputados. La línea editorial determinará qué noticia es más relevante para cada medio.
Pero si aceptamos que los hits del usuario son la única variable para organizar la información al final las portadas de los medios online se convertirán en clones de Digg.
Me quedo con esto:
“Porque el contenido vale y sigue siendo el rey en la economía de la atención, dónde no es lo mismo llamar la atención que captarla.”
Creo que habría que hacer un refuerzo en esto, al fin y al cabo cortar con tanto chimento y noticia inflada sería saludable sobre todo para los medios locales en argentina que cada vez se parecen más a un programa de chismes que a una redacción con nivel periodístico, producción e investigación.
Como ya se dijo en este blog, el próximo Rodolfo Walsh está ahí afuera.. solo resta ver quien lo encuentra primero.
PD: me encanta como nacho, que vive a muchos Km’s de distancia de acá la tiene más clara que muchos que viven todos los días la realidad de la comunicación y el periodismo local.
Lo bueno de todo esto es que pase lo que pase en los medios, continúa paralelamente la existencia del mundo real.
[…] como uno puede criticar a los medios por pensar en atraer tráfico de forma fácil con un Efecto Teta debería marcar tambien que cuando los blogs titulan: “El New York Times abandona el […]