Todo empleado del Wall Street Journal, MarketWatch y NewsWires recibieron una nueva lista de conducta online apropiada; y aunque algunas cosas son simple sentido común, en otras fallan al entender el poder colaborativo que podrían obtener los periodistas al participar de la web 2.0.
Algunas de las normas más controvertidas las menciona Jeff Jarvis (btw, gracias por el libro!) y agrego otras que me llaman la atención:
* Dejen que la cobertura hable por si misma y no detalles como un artículo fue reportado, escrito o editado.
* No discutas artículos que no han sido publicados todavía, reuniones a las que hayas asistido o planees asistir con fuentes o compañeros, ni entrevistas que hayas realizado...
* Los negocios y el placer no deben mezclarse en servicios como Twitter. El Sentido común debe prevalecer, pero si tenés dudas acerca de si un Tweet o un post en tu blog son apropiado, discutilo con tu editor antes de hacerlo.
* Compartir tus visiones personales o partidarias, en Dow Jones o en la web, puede abrir un flanco para críticas y puede volver a un reportero "inelegible" para cubrir ciertos temas en el futuro.
Sinceramente coincido en un todo con que, específicamente, estas reglas le sacan a un periodista la posibilidad de explotar el poder de la web social ¿ocultar sus visiones personales en la web o su posición partidaria cuando se exige cada día más transparencia? ¿No hacer de Twitter algo personal, cuando es uno de los servicios más personales, pero también más rápidos para enterarse de algo que está sucediendo (y luego SI salir a confirmar/verificar)? ¿No tener contactos públicos para no dar a conocer tu agenda?
Así como en su momento las corporaciones tuvieron que poner reglas para el blogging corporativo como en la BBC y el blogging (ya que, quieras o no y para decirlo claramente, estás representando a tu empresa al abrir la boca) es obvio que hacen falta reglas para que los periodistas se muevan en un mundo cada día más digital y cada día más hiperlocal y en tiempo real... bloquearle el acceso a esas herramientas o pedirle que lo hagan en forma "furtiva" es no usar el sentido común y tratar a los periodistas como idiotas.