¿Connecting People con Social Media?

Hace un tiempo vi un video de Nokia que me hizo llorar de la emoción: puede ser que yo sea un poco geek, mas bien bastante nerd por admitirlo, pero es que el comercial de “La Cuarta Pantalla” me emocionó muchísimo. En aquel comercial, los creativos que trabajan (o trabajaban) para Nokia mostraban la evolución entre la primera pantalla que nos trajo información (el cine), la segunda (la televisión), la tercera, revolucionaria a todas luces (la pc conectada a Internet), con las ventajas y los defectos de cada una.

El cine y la televisión solamente te permitían consumir información, sin posibilidad de feedback. La computadora te permite interactuar con la gente, pero a distancia, supuestamente “encerrado” en tu casa o en tu oficina. Y aparece la cuarta pantalla, la pantalla de tu teléfono celular. He leído a voceros de Nokia decir con emoción que los celulares son la mas grande red social del mundo, y precisamente por ese concepto de la cuarta pantalla: recibir y enviar información a través del dispositivo móvil tiene la ventaja (discutida por algunos, pero eso es otro tema), de liberarte, dejarte salir a la calle a tomar un vino; estar con los amigos en un asado y mostrarles lo que puso en Twitter algún personaje; estar en un recital en el Luna Park y enviar la foto que tomaste a tu primo que vive en España. Te permite conectar con el mundo en vivo, no encerrado dentro de cuatro paredes, que por hermosas que sean, por bien diseñadas que estén, te aislan, no te dejan tocar a la gente.

La gente de Nokia Venezuela acaba de colocar en Caracas un cubo de cristal, un apartamento, un piso de cristal, llamado #FactorC3, (ubicado en una plaza sobre una de las avenidas mas transitadas de la ciudad, en el barrio comercial de Las Mercedes, especie de zona rosa caraqueña) donde un personaje bonachón y simpático (un gordito tenía que ser), llamado Carlos (y rebautizado #CarlitosC3) vivirá durante 12 días sin contacto físico con el mundo exterior, y su única conexión con el “afuera” será un NokiaC3, lanzado en Caracas justamente el dia que cerraron la puerta del apartamento de cristal con el #CarlitosC3 adentro. Y aqui está justamente lo que no entiendo: la cuarta pantalla te permite conectarte con el mundo, porque te comunica con las redes sociales, las redes celulares y demás, pero además porque te da la movilidad de ir a cualquier parte con tu dispositivo.

Es el lema de Nokia, “Connecting People”, ¿recuerdan?. Pero Carlitos tiene que estar encerrado en un cubo de cristal. Está allí con un móvil que te permite conectarte con mayor facilidad a las redes sociales, (estoy citando lo que se anuncia del aparato), pero de Carlitos no sabemos el número de móvil, (claro, sería una avalancha de llamadas), tampoco su cuenta de Twitter, ni si tiene un perfil en Facebook.

La idea de la cuarta pantalla es salir a la calle, conectarse con la gente, compartir con los amigos en el bar, ir a la playa, y aun así estar conectado con tu mundo. Ese es el concepto que Nokia nos presentó hace muy poco tiempo y que nos mantenía pegados a sus innovaciones, en hardware, en software, con los equipos mas deseados del mercado. Eso no es “Connecting People”, el mensaje que obtengo de eso es que tu eres un preso y que necesitas pasar por Nokia para conectarte con el mundo exterior. No me gusta ese mensaje, sea de Nokia o de Chavezcandanga. Las comunicaciones nos hacen cada vez mas libres y hacen cada vez menos necesario el tener que contar con un simple terminal para obtener conectividad. Uno escoge su terminal y lo cambia cuando quiera, uno lo adapta cuando quiera, con la portabilidad, tu número lo pones donde quieras.

Sin pasar por alcabalas, de ninguna especie. Ni las de la posible censura estatal, ni mucho menos las de la censura corporativa.

Vamos Nokia, vuelvan al camino que estaban recorriendo antes, los extrañamos…pero no los vamos a esperar para siempre.

Post por un invitado especial al que respeto y del que mantengo su anonimato por pedido propio y porque tiene “vested interest” en Nokia pero lo publico porque me pareció genial la reflexión