Categorías
Rants

Algoritmos sin empatía

Empatía. Esa pequeña cualidad tan particular que algunos tienen, otros no tienen y que, los algoritmos, definitivamente solo entenderían como una variable más. Es tan simple de definir como dificil de entender EMPATÍA. 1. f. Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. y en algún momento de soberbia nos imaginamos que podemos crear un resúmen del año de cada una de las personas que usaron nuestro servicio gracias a “algoritmos que entienden el valor de un pageview, like, comment” sin siquiera interpretarlo.

el año en facebook

Me partió el corazon leer Inadvertent Algorithmic Cruelty porque más allá de conocer a un tipo macanudo, con solo leer la metada se sabe que pasó y Facebook sigue cagándola día a día… detalles que a veces no tenemos en cuenta.

Los algoritmos no tienen empatía y si el equipo que los desarrolla está apoyado por un equipo de marketing que encima te fuerza a ver diariamente que “hey, no compartiste lo que te preparamos!” pero es incapaz de ayudarlos con exclusiones, con opciones para el usuario o donde el diseño de interacción no contempla que en el mundo hay algo más que poster-childs hipsters y felices… estamos jodidos.

No. No me malinterpreten, los algoritmos no tienen empatía y tampoco culpa; pero si tenés mas de 1000 millones de usuarios únicos mensuales activos deberías saber que, tal vez, en algún momento una de esas personas tuvo un año malo y que, quizás, no estés ayudando mucho con tu repetitiva invitación a compartir todo porque no todo es para compartir.

3 respuestas en “Algoritmos sin empatía”

Muy fina esa observación que los algoritmos no tienen empatía. Me has dado la respuesta de la razón fundamental, por la que la “publicidad contextual” basada en frías formulas, no es eficaz, mandan anuncios sin tener en cuenta el estado de ánimo de quien lo tiene que recibir y siempre llegan los anuncios con el pie cambiado, nunca entienden por qué haces una búsqueda, solo se fijan en los términos de la búsqueda.

Si buscas silla eléctrica, entienden que:
a) Quieres un electrodoméstico,
b) Que estas buscando muebles para tu casa
c) Que deseas comprar una silla eléctrica,
y te mandan anuncios sobre esos items. No pueden comprender lo que por empatía entendemos todos sin dificultad, que solo quieres saber como son las sillas eléctricas.

El resumen de mi año no lo hace Facebook ni otra red social, lo hago yo. ¿Cómo le podría encomendar semejante tarea a un algoritmo?

Desde el vamos su visión de mi vida estaría un tanto sesgada, un me gusta, un comentario o el compartir un estado no significa necesariamente que ese haya sido mi mejor momento. Tampoco soy de compartir mi estado de ánimo a cada minuto, cosa que varios si hacen. ¿Cómo podría saber entonces Facebook como me sentí durante todo mi año?

No seamos tontos, tampoco le echemos la culpa si la plataforma nos muestra nuestros momentos más difíciles, no es su culpa que no hayamos podido superarlos.

Superar las pérdidas no es tarea fácil, somos exitistas y un paso en falso o un fracaso siempre son vistos como algo malo en nuestra cultura, cuando deberíamos aprender de ellos para volvernos más fuertes.

Tampoco es fácil acostumbrarse a la falta de comunicación con un ser querido que ya no está, porque eso es lo que extrañamos cuando lo perdemos, el poder ir y contarle, confesar o compartir algo con ellos. Cuando esa persona está en nuestra vida no nos preocupamos demasiado, porque sabemos que en cualquier momento podemos recurrir a ellos, pero cuando se van, nos arrepentimos de no haber aprovechado hasta el último momento que pudimos pasar juntos.

Hay que ser positivos, y más aún en los momentos difíciles. Cuesta y mucho, pero el ver con tinte negativo los recuerdos de los que ya no están, tampoco sirve de mucho. Festejemos más los buenos momentos, y los malos hay que dejarlos pasar, pero no sin aprender de ellos.

Todos hemos tenido pérdidas, y aunque cueste, no hay que buscar chivos expiatorios a quien culpar por las mismas. Si Facebook me recuerda alguien que ya no está, seguramente lo mirare con ojos buenos, porque seguro fueron mas los buenos momentos vividos que los malos, y en ninguno de los dos casos Facebook ha tenido algo que ver, solo fue un testigo de la parte de nuestra vida que le dejamos ver.

Los comentarios están cerrados.