Hace ya una semana twitteé sobre algo que me parece una locura y hasta dije que me sentía un revolucionario por tener un ebook encima cuando leí que entraban en vigor las trabas al acceso de libros impresos en el exterior a Argentina, que quede claro que no hay una prohibición sino algo más hijo de puta y bien argentino... un paso burocrático más en el camino del libro.
No, nadie prohibe el acceso de libros, solo te piden que vayas a Ezeiza presentes documentación, pagues un trámite y puedas llevarte tu libro. Y el problema es que el mundo online empieza a darle bola cuando Hernán habla y dice algo que es doloroso y me permito unir algo de su post #liberenloslibros:
"A los españoles les encanta cuando nos pasa algo choto. Por eso preguntan, quieren ver si un día nos quedamos sin respuestas."..."A mí me gustaría mandarlos a cagar cada vez que preguntan, pero prefiero defenderme atacando. Lo que hago es llevar el tema a donde más les duele, les hablo de la cultura." ... "Me preguntaron por qué un científico tucumano que está suscrito a la revista Nature tendrá que viajar, cada mes, mil doscientos kilómetros para retirar su ejemplar de Ezeiza"... "Me preguntaron cómo puede ser que nos esté pasando esto, si somos tan cultos."... "Y así fue como hoy, después de muchos años de tener una respuesta para todo, me cerraron el orto."
El problema de nuestra ceguera, generalizada, argentina, bien nuestra... es que nos pusieron en la cabeza que si criticamos una medida somos "de Clarin" y si la defendemos somos "ultra K" y lo aceptamos tan mansamente como aceptamos hace 36 años que Videla entre en la Rosada. Aceptamos lo que nos dicen, sea por comodidad ("al fin del día me importa un carajo, total yo tengo un Kindle") por posición económica ("que embole, pero el mes que viene me traigo de afuera lo que necesito y listo") o porque somos pelotudos ("je, mirá... ahora van a tener que imprimir todo acá; incluso ese paper sobre microbiología molecular que se imprimen 50 para todo el mundo") pero lo aceptamos.
Mis tweets de bronca y de indignación pasaron desapercibidos... y este enojo va a pasar porque nada va a cambiar mientras todo siga siendo virtual, en fín, #futbolparatodos #culturaparapocos y hablen de #culturalibre cuando quieran bajar un capítulo de House que así nos va
Ironías de la vida: hoy el argentino Leopoldo Brizuela ganó el premio Alfaguara de Novela... que no es impreso en el país :(