Muchos de los que estamos en tecnología y leemos ciencia ficción imaginamos que 1984 era lo que representaba el peligro de una sociedad conectada, una sociedad controlada por un Gran Hermano: nos enfocamos tanto en eso que nunca vimos a la “economía de la atención” y la “cultura de la dopamina” llevarnos a la utopía de Un mundo feliz.
En Un mundo feliz el control de masas se da a través del placer y la manipulación genética; más allá del espacio de las castas condicionadas para aceptar su lugar a todos se les mantiene satisfechos mediante el consumo de una droga llamada “soma“.
El “soma” les permite escapar de cualquier tipo de disconformidad o dolor; la felicidad superficial y la estabilidad social se logran a costa de la libertad individual y el pensamiento crítico… literalmente el efecto del endless scroll en nuestro cerebro.
Scrollear y la satisfaccion instantanea
Miremos la evolución de nuestras actividades en mucho de lo que hacemos hoy en día: ¿hace cuánto no hacen click en un medio con un título rídiculo que no se condice con lo que dice el artículo? ¿Cúantos trucos de user-experience están creados para “swipear” y evitar fricción? ¿Hace cuánto no te sentás a leer más de 30 minutos algo sin tener una interrupción que dispare ese poquito de dopamina en tu cabeza?
En serio, este cuadro es súper interesante…
En 1984 no había resistencia porque el régimen omnipresente la destruía con violencia; en Un Mundo Feliz, la resistencia es casi inexistente, ya que la mayoría de las personas están genuinamente contentas con sus vidas. Los pocos disidentes que surgen (como el personaje de John, el Salvaje) son incapaces de encajar o cambiar el sistema y terminan siendo marginados o eliminados.
Todos sabemos cómo escapar de la dopamina y aún así…
Es tan simple e instintivo reaccionar a un tweet, dar un like, hacer swipe… que evitar la liberación de dopamina a través de las redes sociales implica esfuerzo y estrategias para minimizar su uso.
Piénsenlo así: el cerebro recibe una recompensa con cada like, con cada swipe, con cada mensaje. Romper este “feedback loop” es decirle “¡no hay más recompensas!”. Pero, ¿cómo se hace?
- Establecer horarios específicos para el uso de redes sociales: asigná momentos específicos del día para revisar las redes sociales. Esto ayuda a prevenir el hábito de verificar constantemente las actualizaciones.
- Desactivar notificaciones: las notificaciones están diseñadas para atraer tu atención de vuelta a la aplicación. Apagarlas puede reducir el impulso de revisar las redes sociales constantemente.
- Usar aplicaciones de gestión del tiempo: las aplicaciones que limitan tu tiempo en redes sociales pueden ayudarte a controlar el uso. Establecé límites diarios para cada aplicación para asegurarte de no pasar demasiado tiempo en ellas.
- Encontrar actividades alternativas: participá en actividades que no involucren pantallas, como leer, hacer deporte o pasar tiempo con amigos y familia en persona. Estas actividades pueden satisfacer necesidades sociales sin los picos de dopamina de los likes y comentarios en redes sociales.
- Uso consciente: sé consciente de por qué estás usando las redes sociales. ¿Es por aburrimiento, soledad o comparación social? Reconocer estos disparadores puede ayudarte a encontrar maneras más saludables de abordar tus necesidades.
- Eliminar aplicaciones innecesarias: si ciertas plataformas de redes sociales son particularmente adictivas para vos, considerá borrarlas de tu teléfono. Esto puede reducir la tentación.
- Practicar desintoxicaciones digitales: periódicamente, tomá descansos de las redes sociales por un día, un fin de semana o incluso más tiempo. Esto puede ayudar a resetear tus hábitos y reducir la dependencia.
- Curar tu feed: seguí cuentas que agreguen valor a tu vida y dejá de seguir o silenciá aquellas que desencadenen sentimientos negativos o desperdicien tu tiempo.
- Participar en actividades sociales en la vida real: priorizá las interacciones cara a cara sobre las digitales, son menos propensas a causar comportamientos adictivos impulsados por la dopamina.
- Usar recordatorios físicos: colocá una nota o un objeto físico cerca de tu teléfono o computadora que te recuerde tu intención de usar menos las redes sociales. Esto puede actuar como una señal para pausar y pensar antes de agarrar automáticamente tu teléfono.
Detesto a los gurús que dan consejos de vida pero, realmente, decirle al cerebro “¡no hay mas recompensas!” no es simple… y si te parece simple, te desafío a que lo hagas :P
4 respuestas en “La Dopamina de Un Mundo Feliz”
Si no la has leído tal vez te interesaría la novela “Farenheit 451” escrita por Ray Bradbury en 1953. Una distopía en donde las pantallas eran las protagonistas de la “vida” de las personas y los libros eran quemados y perseguidos. Lo que a mí me resultó más clarividente de esta obra es que las pantallas (era el 1953!!!) ya eran INTERACTIVAS: era una especie de “libre streaming mezclado con videoconferencias tipo zoom”.
Saludos!
Hola @sergi :)
si… gran gran historia y sobre todo buen paralelismo.. no te olvides que lo digital se edita facil :)
Mariano excelente Newsletter! Felicitaciones.
Coincidimos con la preocupación y las ideas para mejorar la experiencia.
Te quería consultar si te molestaría que usemos extractos o ideas para compartir en nuestras redes, mencionándote si te parece. Somos @digitaljumpok en IG o http://www.digitaljumpok.com
Quedo al aguardo. Gracias desde ya por la inspiración.
Saludos!
Hola, cero problema.. usen :)