En la BusinessWeek se está siguiendo el juicio a Robert Soloway uno de los 10 spammers más grandes del mundo, o al menos asi definido por Microsoft y The SpamHaus Proyect, aunque es cierto que me da bastante más seguridad las estadísticas que dan ellos que las de otros blacklisters de Internet.
Un dato que me llama la atencion es que este spammer siguió operando en el mercado, aún cuando en el 2005 lo hicieron pagar u$s7 millones a Microsoft y u$s10 millones a un ISP por otro juicio por spam; luego de ese juicio, el gobierno de USA le bloqueó 4 cuentas bancarias y, aún así, pudo pagar los nuevos abogados, una multa de u$s773,000 y vivir bastante bien.
Teniendo en cuenta que cobra u$s495 por cada 20 millones de mails que envía, ¿cuantos billones de correos basura envía este tipejo por día? ¿es posible operar unared propia para enviarlos? No y esto demuestra que para ser un “spammer exitoso” necesita infectar máquinas y armarse sus botnets
6 respuestas en “¿Spammers a la cárcel?”
¿Qué diferencia importante hay entre la basura que genera un spammer y la que generan las redes de weblogs copypasteras?.
Que las últimas son funcionales a Google Adsense.
no.. la diferencia es que nadie te obligaa leerlas y no consumen tus recursos ni tiempo.. a nos er que las leas y te qujes en cuyo caso algo no cierra :P
Claro!
Que las redes de blogs copypasteras, por más amadas u odiadas que sean, no llegan a mi casilla de gmail todos los días!
Dije “qué diferencia importante”. Aunque no llegue a cada uno, es basura que está ahí, y es indexada y es tomada como relevante y alimenta una economía de contenido basura, que a Google le es muy útil.
Que no llegue a tu correo directamente es una Diferencia Importante, nadie te obliga a leerlo ni siquiera a verlo.
Comente algo en my blog como ser que lo que mas llama la atencion en el caso de Soloway es que se lo pinta como Rey del Spam, pero la mayoria de cargos que tiene son por LAVADO DE DINERO y ROBO DE IDENTIDAD y NO de spam, con lo cual parece que el chavo no era un bucado de menor entidad, sino un delincuente hacho y derecho.