Lo que en un momento parecía una utopía que sólo tomaba forma en proyectos como Kickstarter o Sellaband que eran conocidos como Crowdfunding puede terminar siendo aceptado por la SEC como una forma de permitir la formación de capital pero adaptado a los medios sociales o a la "inteligencia colectiva" y eso, de ser aprobado, podría realmente ser una reinvención de los procesos de financiación como se los entiende hoy en día.