Leo una nota realmente interesante en el NYT: The Rise and (Maybe) Fall of Influencers que habla sobre la “caída en desgracia de los influencers” especialmente luego de los problemas de Kendall Jenner y su anuncio estúpido de Pepsi como uno sólo de los ejemplos… pero la realidad no es muy complicada:
Los influencers pasaron de ser tus amigos que conocían de algo y compartían lo que realmente les gustaba y sobre lo que sabían a una banda de telemarketers similares a los que aparecen en la madrugada de la TV… capaces de vender su imagen por una funda para su teléfono o una cena en un restaurante.