Se nos acabó el mundial. Pese a que todos (con el impresentable de Niembro a la cabeza) salen ahora a hablar de Pekerman, de Riquelme, de que con Abbondanzieri hubiese sido diferente y toda la sarta de estupideces, excusas, cuestionamientos, preguntas "incisivas" de los periodistas y comentaristas... se nos acabó el mundial y punto.
Al menos este mundial me dejó un par de cosas buenas; saber que pese a ser gallina de alma puedo gritar y rendirme a los pies de Tevez por su corazón y su juego.... saber que con la juventud del equipo vamos a tener un mejor futuro.. y saber que un jugador que deja de mirar el partido y alentar a sus compañeros porque no entró, es un caprichoso y nunca va a ser un grande, sino un buen jugador (el mejor o lo que sea) pero nada más.
Siento mucho que el ratón Ayala haya errado el penal, no se lo merecía justo el. En su, seguramente, último mundial el ratón merecía otra despedida... En fin, todo sigue y ahora a aguantar otros cuatro años hasta tener la chance de ganar un mundial.