Estos días estoy inundado de consejos, tips, webinars y empresas felices de explicarte lo que es “trabajar desde tu casa”, incluso de muchos que te explican que “yo trabajo desde mi casa desde siempre, así que puedo explicarte qué hacer” y creo que, fundamentalmente, están todos equivocados. No estamos trabajando remotamente. Estamos trabajando en una cuarentena obligatoria que nos obliga a trabajar desde casa y eso es muy diferente… y tal vez, nuestro “nuevo normal”.
¿Por qué el
“trabajo remoto” es diferente a “trabajar durante una
cuarentena”? Primero porque el trabajo remoto es una actividad más que
hacés en tu casa, un esquema en el cual salir de tu hogar es una parte clave del mismo.
Sí, el
trabajo remoto o el #WorkFromHome (o #WFH) tiene la ventaja que podés agarrar
tu notebook y bajar a cualquier lugar con WIFI y seguir siendo productivo;
tiene el beneficio de que, durante tus (necesarios) breaks, podés bajar y
caminar, o salir a correr, o dedicarle dedidcar tiempo a respirar fuera de tu
ambiente de trabajo.
Y estos
son solo algunos ejemplos de algo fundamental en el trabajo remoto: ¡tu productividad está asociada a ventajas que incluyen salir!
Hoy
estamos en un momento en el que, si sos responsable, no tenés espacios
de desconexión o esparcimiento como tenés de forma habitual, y esto es clave en
tu salud emocional. Y las listas de consejos no sirven porque no es un “one size fits all”.
En mi
caso, la empresa de la que formo parte me deja desconectarme cuando lo
necesito, cambiar mis franjas horarias laborales, tomarme un día a la semana
para capacitarme, y me da espacios de bienestar personal y sesiones de meditación.
Estoy seguro que no es esto lo habitual en todas las compañías, y por eso
prefiero no dar listas de cosas que hacer sino un marco de referencia y
que puedas adaptarlo a tu realidad.
Cuando digo que para mí hay cuatro principios -ergonomía en tu casa, separación de espacio de trabajo, priorización de lo personal para no ahogarte/quemarte y comunicación constante con tu familia/pareja/amigos- lo digo y lo trato de cumplir a rajatabla pero sin listas porque nadie tiene experiencia en trabajar en una pandemia y un marco es mas simple de adaptar que una lista prescriptiva.
Trabajo
en mi casa (con intervalos) o con libertad desde siempre. En los últimos 3 años fui a la oficina solo cuando yo quise, y
a veces era más como un elemento de unión de equipo o interacción social más
que por obligación, y eso mejoraba mi productividad.
Una vez hablé del costo emocional de emprender [LINK] y hoy debería hablar del costo emocional de estar en cuarentena trabajando. No pierdan de vista que hay mucho más que la “productividad” en nuestras vidas, y casi todos los consejos que estoy viendo por ahí tienen que ver con eso y no con tu bienestar general en un momento difícil para todos los que comparten el mismo espacio, tu casa y que es tu familia.
El discurso de la productividad puede ser abrumador y es necesario bajar un par de cambios para poner en perspectiva qué necesitamos hoy para una buena adaptación al trabajo en casa en tiempo de coronavirus y cuidar tu bienestar mental y físico en una situación sin precedentes como la que estamos afrontando.
Si algo requiere trabajar en un escenario como este es empatía, empatía para entender que estamos aprendiendo como conjugar espacios personales y de trabajo a la fuerza, empatía para entender que uno necesita desconectar y tal vez no sepa hacerlo al estar encerrado, empatía para comunicarse con los seres cercanos.
Si algo me queda claro es que muchos líderes van a verse forzados a cambiar su forma de trabajo y a escuchar más a sus equipos y darles el espacio necesario, repito que esto no es “trabajar desde tu casa” esto es “trabajar en cuarentena” con la chance para algunos de poder trabajar de forma remota y tenemos que adaptarnos a lo que, quizás, sea nuestro nuevo normal.